Una noche de Jazz en el Tamayo
Al llegar la noche del último miércoles de cada mes, algunos museos de la Ciudad reciben a cientos de espectadores deseosos de ver las exposiciones y eventos preparados para ese evento. Las actividades son diversas van desde la proyección de un documental, conciertos dramatizados o hasta la apertura de los museos en horario nocturno.
Me di a la tarea de asistir a la noche de museos en su edición de marzo y visité el Museo Tamayo, el cual propone desde hace algunos años las Noches de Jazz, donde se han presentado artistas como Magos Herrera, Los Dorados, Agustín Bernal, entre otros.
Para esta ocasión, el museo nos recibió con una visita guiada por las exposiciones a cargo del personal del museo. Actualmente se encuentra la exposición de Eduardo Navarro titulada Octopia, donde se muestran los resultados obtenidos de su investigación sobre el pulpo, un proyecto realizado precisamente para el Museo Tamayo que se expondrá hasta el 3 de julio; además de la exposición Caminar juntos de Mario García Torres, quien presenta el trabajo realizado a lo largo de los últimos 15 años, mismo que estará en exhibición en el museo hasta el 19 de junio.
Por otro lado el boleto incluye una copa de vino que se puede canjear dentro del restaurante, mientras se espera el inicio del concierto puedes disfrutar del ambiente tan acogedor que se vive en la terraza, admirar el diseño y decoración del salón. Justo antes de comenzar la función las personas seguían llegando hasta llenar el auditorio en el que caben unas 350 personas.
En esta ocasión, Los Shajatos fueron los protagonistas de la noche, son un grupo de mexicanos con los mismos intereses musicales además de formar parte de bandas como Zoé, Paté de Fua y Santa Sabina. La energía y buena vibra de cada uno de los integrantes se reflejan en su música, pues cuentan con un estilo propio que les lleva a re-interpretar canciones tan diversas como Never let me down, Where is my mind, Que no quede huella y El sirenito, todas con toques de jazz cerrando la presentación con un gran popurrí.
El resultado en el público fue impresionante, pues con sus palmas demostraban su entusiasmo al amenizar los coros y al final de las canciones. Estoy segura que todos los espectadores se fueron más que conformes con la presentación que dieron Los Shajatos esta noche, y si bien algunas personas ya los conocían, con esta presentación se ganaron más admiradores.
Si estas interesado en escuchar nuevas propuestas musicales y de una calidad excepcional del género del jazz, te recomiendo apartar el último miércoles de cada mes y hacer reservación previa para asegurar tu lugar en las Noches de Jazz en el Museo Tamayo, ya sea con tu pareja, amigos o familia no te arrepentirás de vivir esta experiencia tan innovadora para el mundo de los museos.
Jessica Jordana Quiroz García | @jordana.quiroz