En la curva de un edificio de concreto ubicado en la calle de Bucareli, se asoma el techo de lona con colores fosforescentes deslavados de la tienda del Mago Chams: “Bromas. Magia.” Este lugar está un poco escondido, pero una vez que pasas a un lado, los objetos en el interior llaman tu atención: colores contrastantes, títeres de cerditos y personajes extraños, texturas brillantes, máscaras aterradoras, pelucas de colores, lentes de ojos saltones como los que veía en las caricaturas o en las películas cuando era pequeña, fotos viejas y todos los trucos de las fiestas infantiles de la década de 1990. Se trata de un lugar congelado en el tiempo, al interior un señor de 88 años con traje blanco y corbata rosa, cabello aun más blanco y ojos azules enormes rodeado por fotos de sus mejores años.
El Mago Chams viajó por todo el mundo haciendo magia y recolectó los mejores trucos y objetos mágicos para venderlos en su tienda. La experiencia le ha permitido incluso inventar sus propios trucos: la tienda tiene más de 50 años y más de 1,500 efectos de magia. “Hice la tienda para vivir, pero me fascina la magia. Creo que es un arte muy bonito, hago la magia con mucho gusto y llevo más de 50 años como mago. La gente me pregunta si me he aburrido. No, al contrario ¡Quiero seguir aprendiendo!”, me platicaba el Mago Chams. Nadie de su familia tenia que ver con la magia, fue un amigo quien le enseñó un truco y logró que se enamorara de ella: “Un amigo que se llama Jorge Kick, me inició a la magia, me hizo un juego y me impresionó mucho. Entonces, le pedí que me enseñara. He conocido muchos magos en la tienda y de ellos también he aprendido cosas nuevas”.
Si visitas la tienda te recibirán con un muy buen truco de magia y si decides llevarte algo te enseñarán a usarlo; puedes encontrar equipo profesional para magos, malabaristas, payasos, profesionales y aficionados así como pelucas, maquillaje, bromas, aparatos, accesorios, libros, videos y muñecos de ventrílocuo entre muchas curiosidades más.
Por dónde sea que mires la tienda esta llena de cosas coloridas, extravagantes e increíbles. Al entrar es imposible distinguirlas pues todo es demasiado estimulante: colores intensos, texturas, mucho brillo y formas extrañas. Si quisieras saber cómo funciona cada una, tendrías que pasar más de un día entero, lo cual yo muero por hacer.
Giovanna Tommasi Uribe