Un lugar para aprender a ver y escuchar | Jardín Sonoro de la Fonoteca Nacional
La Casa Alvarado, sede de la Fonoteca Nacional fue construida en el siglo XVIII, en ella vivieron personajes importantes de la historia como el conquistador Pedro de Alvarado y Contreras, apodado por los aztecas “Tonatiuh” o Dios del Sol gracias a su físico, gran estatura y su tez rubia; el ex director de Monumentos de la Ciudad de México e historiador Jorge Enciso; la arqueóloga norteamericana Zelia Nuttall y el escritor Octavio Paz, quién pasó el último año de su vida ahí después de que su departamento en Mixcoac sufriera un incendio.
Tito Rivas, subdirector de programación artística de la Fonoteca, nos contó la anécdota que en sus últimos días, Octavio Paz le dijo a su amigo Miguel Huyan que estaba confiado en que regresarían los espacios dedicados a la contemplación y las personas aprenderían de nuevo a ver y escuchar. Curiosamente, el Jardín Sonoro promueve la ecología acústica, para no molestar a los vecinos las ocho bocinas con las que cuenta están distribuidas de tal manera que los sonidos producidos llaman a los visitantes a adentrarse al recorrido y puedan transportarse a través de ellos y tener “un lugar en otro lugar”.
El Jardín Sonoro surgió con la idea de la Dra. Lidia Camacho junto con la creación de la Fonoteca Nacional en el año 2008, cuando se comenzaron a realizar las adaptaciones de la Casa Alvarado ya se tenía la premisa de que el jardín fuera un espacio donde habitaran los sonidos. Cuenta con una instalación multicanal que consiste en tener las bocinas distribuidas con un audio diferente y así permitir que el sonido se mueva en el espacio. Originalmente se tenía pensado en distribuir trece bocinas, pero se tuvo que reducir a ocho encontradas en una zona longitudinal del jardín. Están instaladas a manera equidistante y no se busca llegar a un punto donde el sonido se escuche de una forma ideal, la idea siempre ha sido que las personas recorran todo el jardín.
Desde su inauguración han tenido varias formas de programación de manera mensual a través de convocatorias y temáticas particulares con la idea de que cada artista pueda decidir como programar los sonidos, adaptar sus obras al espacio o generar una pieza en específico; lo único que se pide es que “dialoguen con el espacio”. El jardín ha albergado obras de artistas sonoros nacionales e internacionales como Manuel Rocha Iturbide y Ake Parmerud por mencionar algunos. La Fonoteca Nacional busca artistas de todo tipo: con trayectoria, emergentes y que tengan interés en el formato multicanal. El jardín trata de ser un espacio vivo en el que convivan las personas con interés en lo sonoro, la contemplación y quieran aprender de nuevo a ver y escuchar.
Para más información sobre la programación y eventos del Jardín Sonoro de la Fonoteca, puedes consultar en www.fonotecanacional.gob.mx/ y sus redes sociales FB: FONOTECA NACIONAL DE MÉXICO Twitter: @Fonoteca
Clara López Reyes | @_FastMelodic